Sergio
Desde hacía muchos años mi vida era un infierno, solo pensaba en consumir desde que me levantaba, nio me importaba nada más. Ni mi familia, ni mi trabajo, ni mi salud.
Toque fondo y ya no sabía que hacer estaba solo y desesperado. Y entonces descubrí la Asociación AGAS, gracias a un amigo que me dirigió a ellos.
Los comienzo fueron difíciles, pero os puedo asegurar que todo lo pasado ha merecido la pena. Hoy en día soy una persona totalmente diferente